Un gato callejero consuela a un cachorro triste que nunca volverá a ver a su familia
La creencia de que perros y gatos no pueden estar juntos no es del todo cierta, y este caso que vamos a contar es otro que demuestra la increíble amistad que estos dos animales pueden construir.
La historia que vamos a contar hoy tuvo lugar en. en vez de Corea del Sur donde un perro se quedó atrás cuando su dueño, una pareja de ancianos, tuvo que mudarse de su departamento a un asilo de ancianos.
El refugio al que fueron no permitía mascotas, y aunque la pareja quería llevarse a su fiel amigo con ellos, pudieron y no tuvieron más remedio que dejarlo atrás;
Como son mayores, no pudieron contactar con el refugio de animales ni con una institución que ofreciera ayuda al animal para no dejarlo solo.
El perro fue atrapado solo, el amor por sus dueños seguía siendo grande y el perro se quedó en el edificio esperando su regreso.
Pronto los vecinos notaron la insistencia del perro en quedarse en la plaza, el animal se quedó callado en la esquina de la puerta para no molestar a nadie, solo quería volver a ver a sus amados dueños.
Los vecinos del lugar notaron la agonía del perro y le permitieron quedarse allí, incluso con una manta para que no sufriera el frío.
Un buen día un amigo insólito, que deambulaba por las calles como él, notó la inquietud y la soledad del perro y decidió pasar sus días en la calle y solo a su lado, consolándolo y apoyándolo.
Los vecinos no podían creer lo que vieron, esta escena sobrecogió a todos los vecinos de esta insólita amistad.
Pero se acercaba el invierno y sabían que perros y gatos difícilmente podían soportar las bajas temperaturas, era importante encontrar un buen lugar para vivir.
Y al hacerlo, entraron en contacto con un grupo de voluntarios que están rescatando animales callejeros, se enteraron de la historia de los dos e inmediatamente prometieron salvarlos del lugar.
Después de una larga estrategia que duró muchas horas, los voluntarios lograron atrapar al perro y al gato con la ayuda de una red.
Ambos fueron llevados al veterinario lo antes posible y el especialista aseguró que ambos se encontraban en buen estado de salud.
Ahora se espera que el cachorro y el gato, que por el momento no tienen nombre, encuentren una familia amorosa que adoptarán juntos, ya que la separación es imposible.
Estos dos encantadores amigos nos enseñan una valiosa lección: El amor lo hace todo posible.
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