Como todos sabemos, Guatemala alberga una de las ruinas más impresionantes del mundo. No solo es uno de los más antiguos, sino también uno de los más interesantes, ya que muchos de sus secretos aún se desconocen.
Tikai, Yaxha e Iximiche son solo algunos de los nombres que reciben las ruinas que se cree formaron parte de las antiguas ciudades.
Esta población parece haber alcanzado los 10 millones de personas, y recientemente se descubrió que todos estos conglomerados de ruinas de la selva tropical pueden ser parte del legado de las mismas civilizaciones que existieron allí.
Los científicos asumen que todas estas personas, aunque formaban parte de la misma cultura, eran muy diferentes entre sí según las inscripciones descubiertas en Tikal.
Las inscripciones apuntan a una posible catástrofe y, más recientemente, se descubrió una inscripción que describe las condiciones de la guerra entre ciudades, lo que lleva a suponer que esto condujo al exterminio de estas personas, lo que llevó a la guerra entre ellas.
El enorme friso de 2 metros de alto y 8 metros de profundidad encontrado en la selva tropical fue descubierto en una de las pirámides subterráneas más antiguas escondidas en medio del bosque. Descubierto en los muros de un edificio de estilo maya, representa rostros humanos en el sentido mitológico de tres personajes al servicio del Señor.
Aunque este friso tiene algunos años, el título parece bastante claro. «Och Chan Yopaat», el guión parece reflejar al dios de la tormenta y se habría traducido como «el dios de la tormenta entra en el cielo».
El descubrimiento lo hizo Francisco Estrada-Belli, el líder de la campaña. Él y su equipo encontraron este friso y dijeron que era un hallazgo raro y que mostraba que alrededor del año 600 d. C. hubo competencia demográfica con esta población que alguna vez fue enorme.
La expectativa es que se descubra nueva información a través de la excavación de la pirámide enterrada en la que se encontró el friso.
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