En la pintoresca localidad de Valdivia, en la región de Los Ríos, al sur de Chile, una historia ha desatado una acalorada polémica que podría derivar en sanciones a los responsables. Todos hemos escuchado la famosa frase de que “el perro es el mejor amigo del hombre”, pero lo sucedido en el Hospital Base Valdivia puso a prueba esa afirmación.
El centro médico, considerado el referente en el tratamiento del cáncer en la región, participó en una investigación de sumario sobre el cuidado de un perro en el servicio de radioterapia. El incidente ocurrió el sábado 27 de mayo, cuando el perro, que estaba siendo cuidado por la comunidad aledaña al hospital, fue colocado en un acelerador lineal, un sofisticado dispositivo de tratamiento del cáncer que produce radiación para atacar las células cancerosas.
El ingreso del perro al acelerador lineal fue solicitado y realizado por un grupo de pacientes oncológicos debido a que el animal presentaba una herida necrótica severa en la zona nasal. La sesión de radioterapia para tratar al perro duró unos tres minutos.
La subdirectora médica del Hospital Base Valdivia, Maritza Navarrete, confirmó el hecho en entrevista con Radio Biobío y señaló que se inició una investigación sumaria para identificar a los posibles culpables. Además, se han tomado medidas para revisar los protocolos internos del servicio de oncología.
En un comunicado posterior, el hospital aclaró que esta situación no tuvo impacto en la atención o el tratamiento del paciente y que la radioterapia del perro se administró fuera del horario de tratamiento del paciente. De hecho, el acelerador lineal no está programado para la atención de pacientes los sábados ya que se encuentra en mantenimiento.
Sin embargo, esta historia plantea un dilema importante: los hospitales tienen permisos y autorizaciones para atender personas, no animales. Cristina Ojeda, secretaria regional de Salud en Los Ríos, resaltó que las mascotas y animales deben ser atendidos en clínicas veterinarias o en hospitales clínicos veterinarios adscritos a universidades.
La denuncia, enviada inicialmente de manera confidencial al Diario Austral, rápidamente cobró atención y resonancia. La senadora María José Gatica, del partido opositor Renovación Nacional, expresó su opinión en el diario El Mercurio, llamando al servicio de salud a utilizar las horas no ocupadas para atender a los pacientes del sistema privado de la misma manera que lo han hecho con Perro después del trabajo.
Aunque se desconoce la condición actual del perro y si la sesión de radioterapia tuvo un efecto positivo en su condición, esta historia dejó en claro que la línea entre la atención médica humana y animal puede ser borrosa y los problemas éticos y legales en la medida de los servicios de salud plantean . La resolución de este caso sin duda sentará un precedente y generará debates sobre cómo manejarlo.