La prolongada sequía que azota la parte occidental de EE.UU. está causando estragos en el mayor embalse del país, que abastece de agua dulce a unos 40 millones de personas. Sus reservas están en mínimos históricos.
En el lago Mead en los últimos meses el nivel de agua se ha reducido hasta los 329,2 metros sobre el nivel del mar, pero a inicios de esta semana ha caído aún más y continúa disminuyendo, informa el periódico ‘Las Vegas Review-Journal’.
El lago Mead, que se encuentra en los estados de Nevada y Arizona, es el mayor lago y embalse artificial de EE.UU. En la actualidad, está a un 38% de su capacidad total.
Los meteorólogos pronostican que a finales de año el nivel de agua en el reservorio podría caer hasta los 327 metros sobre el nivel del mar. Además advirtieron que si la situación no mejora a inicios de 2016, los estados de Colorado, Nevada, Arizona y California tendrán que reducir drásticamente el consumo de agua.