Durante la Gran Depresión en los Estados Unidos, muchas familias lucharon para mantenerse al día con presupuestos ajustados y gran parte del país estaba mal conectado. Las áreas rurales carecían de servicios básicos como electricidad y agua corriente, y no había bibliotecas públicas en estos lugares remotos. Las regiones montañosas de Kentucky en particular estaban entre las más aisladas. En ese entonces, el New Deal del presidente Franklin D. Roosevelt inició varios programas públicos, incluida la iniciativa de la Biblioteca Pack Horse. Los libros debían ser entregados a estas áreas remotas en bolsas de cuero a caballo.
Se requerían caballos para llegar a estas áreas, que ni siquiera tenían caminos pavimentados. El concepto de biblioteca móvil acababa de inventarse, pero era una idea costosa que requería fácil acceso a caminos pavimentados, lo cual no era común en los Estados Unidos hasta las décadas de 1940 y 1950. La alternativa, lectores en estas áreas rurales y remotas, debía ser hecho por caballos.
Desde tempranas horas de la mañana, las mujeres encargadas de cargar los libros en sus monturas comenzaron a recolectar y entregar libros a personas en zonas remotas. El objetivo no era solo crear puestos de trabajo, sino también aumentar la alfabetización. El programa actuó como una extensión de la biblioteca de la región, y los Guardianes eran bien conocidos en sus comunidades, lo que les permitía hacer este arduo trabajo sin ser atacados.
El proyecto se llevó a cabo de manera informal y, de hecho, hay varias fotos de bibliotecarios leyendo en voz alta a sus clientes, lo que indica un alto nivel de atención y dedicación al proyecto. La mayoría de los libros y revistas utilizados en el proyecto fueron donados, y se usaron tarjetas navideñas antiguas como marcadores para evitar que se deformaran.
El programa Pack Horse Library se desarrolló entre 1935 y 1943, y con solo 1000 cuidadores empleados en total, llegó a unas 100 000 personas. Las mujeres usaban sus propios caballos o mulas, y se estimaba que recorrían entre 100 y 120 millas por semana. Los libros más populares fueron «Robinson Crusoe» y todo lo escrito por Mark Twain. Aunque algunos bibliotecarios decían que los niños de la montaña tenían tantas ganas de libros nuevos que suplicaban que les llevaran cualquier libro.