En un día frío y nublado en Long Beach, California, ocurrió un rescate que conmocionó a todos los presentes. La División de Seguridad Marina del Departamento de Bomberos de Long Beach recibió una alerta sobre un perro pequeño que escapó y corrió hacia el mar. Los rescatistas levantaron sus binoculares y observaron con horror cómo el perro luchaba contra las heladas olas en mar abierto. Aunque estaba lejos, los rescatistas pudieron ver claramente a la perra tratando desesperadamente de mantener su cabeza fuera del agua.
Enfrentado a la terrible situación, el oficial de seguridad de la Marina Chase McColl agarró una tabla y comenzó a remar mar adentro mientras el oficial de seguridad Devon Beebe lo guiaba para salir de la arena. Fue un rescate complicado, pero los funcionarios estaban decididos a hacerlo realidad. El rescate ocurrió justo antes del atardecer, lo que dificultó ver al perro nadando. Además, el agua estaba fría, a unos 56 grados Fahrenheit.
Eventualmente, McColl logró alcanzar al perro, sacarlo del agua helada y ponerlo en la tabla. «Ella nadó hacia mí y la levanté para abrazarla un rato», dijo McColl. “Tenía frío y estaba cansado, pero también agradecido de no haber nadado más.” McColl y el perro remaron cuidadosamente de regreso a la orilla.
A salvo en tierra, la perrita esponjosa inicialmente sospechaba de su entorno y de sus rescatadores, pero después de un tiempo se calentó y dejó que su verdadera personalidad brillara. «[Ella] Todavía estaba asustado cuando regresamos a la playa y subimos a la ambulancia», dijo McColl. «La llevamos de regreso a nuestra estación de salvavidas y la secamos con una toalla tibia. Después de un rato, corrió felizmente a nuestra estación”.
Los rescatistas supieron más tarde el nombre del perro, Tofu, y con la ayuda de los Servicios de Cuidado de Animales, finalmente encontraron a su familia, que estaba encantada de tener a su amada mascota de vuelta en sus brazos. Aunque las aventuras de Tofu en el mar resultaron ser un poco traicioneras, gracias al experimentado equipo de rescate, la perra logró volver a donde pertenece. Con suerte, el tofu permanecerá en la arena en el futuro y no se aventurará de nuevo al peligroso mar.