Los rescatistas usan un dron para encontrar a un perro y sus cachorros que necesitan ayuda

Si bien los perros pueden descender de los lobos, eso ciertamente no significa que sean aptos para la vida al aire libre en un desierto. Son animales domesticados que merecen hogares amorosos con personas que los cuiden.

Desafortunadamente, no todos los perros tienen esta habilidad. Algunos se quedarán con sus propios dispositivos. Afortunadamente, hay personas solidarias y compasivas que trabajan en refugios de animales y organizaciones de rescate, y su misión es acoger perros callejeros.

Si ve un perro callejero, lo mejor que puede hacer es rescatarlo y ponerlo a salvo. Pero esa urgencia se agudiza cuando esta perra callejera resulta ser una perra madre con una camada de cachorros.

Era una emergencia para la Fundación Big Paw Rescue cuando recibieron la llamada contrarreloj.

Un presunto perro callejero que vivía en un bosque cercano había llamado la atención de algunos lugareños. También sintieron que ella podría haber tenido cachorros. Sin saber qué más hacer, se pusieron en contacto con Big Paw Rescue para ayudar.

El dueño del rescate, Ken, se presentó en el lugar para vigilar a la supuesta madre perra. No queriendo invadir su espacio y posiblemente alejarla de sus cachorros, usó un dron para vigilarla.

Ken sabía que cuando había cachorros, había que ayudarlos rápidamente. Consiguió seguir a la perra con su dron y finalmente la condujo hasta donde había escondido a sus cachorros.

La propia perra tenía dos cachorros que vivían en un refugio improvisado en ruinas. Como extraviada, la madre había aprovechado al máximo lo que tenía, usando madera flotante y una silla vieja para crear su pequeña casa.

La difícil situación de la pequeña familia canina rompió el corazón de los rescatistas. Inmediatamente se pusieron a trabajar y le tendieron una trampa a mamá, y cuando la atraparon, pudieron salvar a sus cachorros. Después de asegurarse de que no había otros cachorros cerca, los tres perros fueron llevados al refugio.

Allí llamaron a la perrita Mabel, y con amor y paciencia pudieron ayudarla a salir de su caparazón. ¡Y resulta que es una perra muy feliz!

Los cachorros fueron a un hogar de acogida hasta que tuvieron la edad suficiente para ir a hogares permanentes. Pero afortunadamente para Mabel, ¡no se quedó atrás ya que también fue adoptada! Fue un final feliz para los tres.

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