La necesidad de movilizar a la ciudadanía hace del transporte público un riesgo constante de contagio
La tercera ola ha llegado al Perú, Sin embargo, la actividad de la gente, especialmente en las estaciones del Metro Lima y Metropolitano, es alta. Las concentraciones de humanos facilitan la portabilidad del COVID-19.
Es parte de la reactivación económica. Los propios usuarios reconocen la necesidad de movilización, otros cuestionan la idoneidad de las máscaras y por tanto las utilizan de forma incorrecta.
En las calles de la capital y en todo el país, la gente sale a las calles para realizar sus actividades habituales. Algunos bajan la vigilancia y no se adhieren a los protocolos, esto hace que el panorama sea más peligroso.
El transporte público local es uno de los puntos más críticos en varias ciudades. La corta distancia entre las personas y el abuso de elementos de bioseguridad aumentan el riesgo. Antes de la tercera ola, la pelota está en el Bürgerhof.