El misterio de las antiguas Pirámides Chinas

El año de 1947 amaneció con varios eventos de importancia donde un breve repaso nos lleva no solo a al caso Roswell, sino también al descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto. Desde el ámbito científico destaca por la invención del transistor, el microondas, y hasta del primer computador.

Pero la cosa no termina aquí, porque en ese especial 1947 una noticia sobresalió por su alta relevancia. Fue cuando se difundió que en una remota cadena montañosa de China, un piloto norteamericano captó la existencia de una enorme pirámide desconocida, cuya dimensión, declaró, parecía rivalizar con las localizadas en Egipto. Y sin embargo, a pesar de la curiosidad despertada, un gran secretismo comenzó a rodear aquel enigma, debiendo transcurrir varias décadas para que el tema volviera a la luz pública.

Propongo al lector me acompañe en la búsqueda de respuestas, presentando esta escritora algunos aportes originales que de seguro sorprenderán.

Ajusten sus cinturones, se avecina un viaje movido.

Año de 1947. Cuando las pirámides chinas salieron del clóset. Caso Maurice Sheehan

“El pasado antiguo de China nos es negado tanto a nosotros como a su población. Su gran pasado se revela lentamente, de forma similar a como se reveló el de Egipto. Más tarde, se supo de edificios, menhires y otros monumentos que no fueron mencionados por los historiadores chinos (como parte de su historia)”. Palabras pronunciadas por Henri Cordier historiador francés durante 1920.

El 28 de marzo de 1947 una noticia publicada por el The New York Times acaparó la atención, denunciando en su artículo la existencia de una enorme pirámide china, hallazgo realizado por un piloto norteamericano mientras volaba en su avión DSC. El testigo que se presentó como Maurice Sheehan, alegó el increíble hallazgo había tenido lugar mientras atravesaba la cordillera de QinLing Shan, provincia de Shaanxi.

Sheehan, quién además se desempeñaba como director de la división del Lejano Oriente de Trans World Airlines llevaba nueve años de residencia en China, siendo un asesor recurrente del gobierno. Según se recoge de su foja de servicio, Sheehan, un coronel nativo de Illinois nacido en 1902, había integrado Los Tigres Voladores, célebre grupo norteamericano formado por combatientes aéreos mercenarios, que durante 1937 se alistaron para luchar a favor de China en su enfrentamiento con Japón.

Pero retomando su testimonio aquella observación pareció hacer mella en el experimentado militar, que incluso aclaró no fue la primera vez que veía la inmensa pirámide, descubierta en sus primeras incursiones antes de la Segunda Guerra.

Fotografía de la llamada Pirámide de Xian, presentada al mundo en 1947 por el coronel norteamericano Maurice Sheehan, supuesto autor de la fantástica toma. Cortesía: defence.pk

Otro medio, el periódico californiano Madera Tribune, y que también se hizo eco de la noticia de ese 28 de marzo de 1947 bajo el título, Gigantesca Pirámide Encontrada al Oeste de China, recoge las siguientes palabras de Sheehan:

“Cuando volé sobre ella por primera vez, me impresionó la forma piramidal perfecta y el gran tamaño, pero durante los años de la guerra no volví a pensar en ello, en parte porque parecía increíble que algo tan grande pudiera ser desconocido”.

Según sigue declarando Sheehan, la base de la inmensa pirámide tendría casi 1.500 pies de ancho (300 metros) en la base, y unos 1.000 pies de alto (450 metros). Para localizarla había que atravesar un complejo valle bajo las montañas de QinLing Shan, cuarentas millas (64 km) al suroeste de Xian, capital de Shaanxi. Tal su descripción. Sheehan también mencionó la existencia de una segunda pirámide, aunque de dimensiones más modestas.

Un mes más tarde, abril de 1947, otro periódico esta vez oriundo de Australia llamado The Guardian, con el título de Gigantesca Pirámide Encontrada en las Montañas de China, realiza algunos agregados interesantes, como, por ejemplo, el valle citado por Sheehan está plagado de montículos de entierro. En cuanto a la misteriosa pirámide, el desconocimiento de su existencia era explicado por la ausencia total de comunicaciones en la región.

Uno de los pocos retratos conservados de Maurice Sheehan. Cortesía: Ebay

Ahora bien, un detalle, en los periódicos consultados por esta escritora la fotografía de la pirámide nunca aparece, aunque se dice fuera publicada por el The New York Times, y posteriormente por Angeles Daily Express, y lo señalo sin desmerecer el testimonio de Sheehan, porque sin esa toma esta historia nunca habría alcanzado tanto revuelo.

Uno de los periódicos que en 1947 difundió el hallazgo de la Pirámide China, fue el Madera Tribune, y donde se reseña la noticia sin la fotografía conocida. Archivo Personal.

Y aquí otra incógnita, la famosa fotografía de la pirámide, ¿realmente fue obra de Maurice Sheehan? o como sugiere la escritora April Holloway, ¿los periódicos utilizaron el Mausoleo Maoling como recreación, que hoy se supone fuente de la verdadera toma?

Se debe agregar que este túmulo funerario conserva los restos de Wu (206 a.C.-24 d.C.), uno de los emperadores más antiguos de toda China, e integrante de la famosa dinastía Han.  Lo cierto es tras darse a luz la impactante noticia, el propio gobierno chino salió a responder, tal como lo revela el desaparecido investigador belga Philip Coppens, que en su artículo de 2014 China’s Great Pyramids Controversy, comenta como el relato de Sheehan terminó por ser desacreditado.

“Los Ángeles Daily Express publicó la fotografía de Sheehan. Pero unos días después, Associated Press recibió una carta de las autoridades de la provincia de Nankin, afirmando, la existencia de tales pirámides no está respaldada por pruebas“.

Maurice Sheehan falleció en 1975, y hasta sus últimos días defendió su testimonio, aunque también mencionó ciertas exageraciones de los medios.

James Gaussman, y su encuentro con una pirámide blanca

“Volando sobre las montañas, giré a la izquierda y me encontré sobre un valle plano, en medio del cual había una pirámide blanca gigante. Parecía algo indescriptible de un cuento de hadas, ya que reflejaba una luz blanca muy brillante”. James Gaussman, 1945.

Esta historia que ahora vamos a comentar lleva recorriendo Internet mucho tiempo, se trata de un piloto de la Segunda Guerra Mundial llamado James Gaussman, que aparentemente durante un incidente con su avión, se topara con una inmensa pirámide de color blanca, localizada también en China.

Según los informes, este episodio habría tenido lugar en la primavera de 1945, dos años antes de la revelación llevada a cabo por Maurice Sheehan.

El testimonio brindando por Gaussman, menciona su experiencia ocurrió cuando se encontraba atravesado el misterioso Valle de la Muerte, (Parque Forestal Nacional del Valle de Heizhu), localizado en la provincia de Sichuan, sudoeste de China.

De pronto uno de los motores de su avión comenzó a fallar, debido al congelamiento del combustible. Tratando de mantenerse en el aire, Gaussman realizó algunos zigzags con su avión para así retrasar el descenso.

Fue allí cuando visualizó la extraña pirámide blanca. Gaussman no salía de su asombro.

Luego relataría:

“Me ladeé para evitar las montañas y llegamos al nivel del valle. Directamente debajo de nosotros había una gigantesca pirámide blanca. Parecía sacada de un cuento de hadas. Era de un blanco brillante. Quizás era metal, o algún tipo de piedra. Era de un blanco puro por todos lados. Notable fue el cristal en la parte superior de la pirámide, brillando como una gema enorme. No tuvimos la oportunidad de aterrizar, aunque queríamos. Nos sorprendió lo inusual de lo que vimos”.

Se cree a Gaussman le fue imposible aterrizar debido a la complejidad de la zona, limitándose a dar tres vueltas alrededor de la pirámide, aunque otros informes indican sí pudo aterrizar.

Tras la sorprendente observación Gaussman y su equipo regresaron a su base en Assam, India, donde se dice fuera interrogado por la inteligencia norteamericana, quién, además, como de costumbre, terminaría por confiscar el valioso material fotográfico.

Un azorado Gaussman habría declarado a sus oficiales: “que el mundo se sorprendería cuando se enteraran de esa pirámide“. Tal el alucinante relato. Ahora bien. Debo decir a los lectores que hasta el momento no encontré ninguna pista que certifique la identidad de James Gaussman, lo cual me lleva a pensar jamás existió, y esto, aunque se diga estamos ante información ultra clasificada. Ocurre no existe un solo registro de su persona, sin contar otros nombres que de tanto en tanto aparecen en la red vinculados al mismo relato.

Bruce L. Cathie, piloto neozelandés, experto en matemáticas y más tarde ufólogo conocido, fue uno de los primeros en difundir la historia de la Pirámide Blanca, difundido en su libro de 1978 The Bridge To Infinity. Cortesía: sherdog.com

En cuanto a la fuente original que dio vida a esta narrativa, la primera sospecha apunta a fines de la década de los setenta. Al parecer por esa época un catedrático de la Universidad de Yale, llamado Vance Russell Tiede publicó varios artículos sobre las Pirámides Chinas, poniendo el acento en sus alineaciones astronómicas.

Resulta algunos creen fue Tiede quién sacara a luz la historia de James Gaussman, aunque para ser justos al consultar sus escritos solo encontré una vaga referencia del tema, centrado en la fotografía conocida. Como una forma de aclarar el rumor le escribí a Tiede, que para mi sorpresa me respondió en forma muy amable, negando estar involucrado en la difusión sobre la pirámide blanca, que atribuye a un malentendido.

Otras fuentes involucran al famoso investigador neozelandés Bruce Cathie, que en su libro Bridge to Infinity, publicado en 1983 hace alusión a esta historia, acompañando su relato con la clásica fotografía reportada por Maurice Sheehan. Tres años después en 1986, los escritores Brian Crowley y James Hurtak, volverían a incluir la clásica toma en su obra, The Face of Mars. The Evidence of a Lost Martian Civilization.

Pero volvamos al tema de la Pirámide Blanca. Existe un antecedente que apunta a ser una posible pista, en las ansias por entender los orígenes de tan fantástica narrativa.

Horizontes Perdidos la novela de James Hilton, y cuya historia que fuera adaptada para el cine durante 1937, parece guardar algunas claves con respecto al misterio de la Pirámide Blanca. Cortesía: imdb.com

Este aporte lo agrega mi colega amigo, el ufólogo francés Michel Zirger, que en su reciente trabajo, Man of Mysteries. The Tree Lives of George Hunt Williamson, 2022, al repasar las antiguas conexiones de Williamson con las pirámides chinas, encuentra Zirger duranta su investigación una pista intrigante en cuanto a Pirámide Blanca, hallada, tras la lectura del famoso libro del autor británico James Hilton, Horizontes Perdidos, 1933, donde en clave novelada es abordada la leyenda de Shangri-La. Examinemos este contenido.

Recordemos la trama trata sobre un avión que se estrella en un punto del Himalaya, y cuyos sobrevivientes son rescatados por habitantes de un valle desconocido en los mapas. El enigmático asentamiento se encuentra a cargo de un sabio lama. Antes del accidente, uno de los protagonistas llamado Conway, mientras contempla desde el avión aquel paisaje imponente, cree detectar una insólita montaña piramidal de color blanca.

En las blancas montañas de la ancestral Kunlun, uno de los sitios más reverenciados de toda China, y antiguo centro del mundo, se ocultan grandes secretos. Cortesía: istockphoto.com

Atendamos este pasaje:

“Conway pudo ver un inmenso valle bordeado de montañas de aspecto fúnebre, no muy altas, pero cuyos picos se proyectaban en negro sobre el azul eléctrico del cielo nocturno. Sus ojos se dirigieron, como impulsados por una atracción irresistible, hacia el nacimiento del valle, donde se erguía, con irisadas magnificencias, a la luz de la luna, lo que a él le pareció la más encantadora de todas las montañas de la tierra. Era un cono de nieve casi perfecto; parecía que había sido construido por un niño, y era imposible determinar su volumen, así como tampoco la altura y la distancia a que se encontraba de ellos. Era tan radiante, estaba tan serenamente equilibrado, que se preguntó por un momento si aquello era real. Mientras miraba, una pequeña nube ocultó por un instante el borde de la pirámide, dando vida a la visión antes de que la trepidación de la enorme masa de nieve demostrase su realismo”.

Otro pasaje agrega:

“Allá a lo lejos, la blanca pirámide producía en el espíritu la impresión de un problema de Euclides, y cuándo al fin el sol se alzó en el cielo de un azul purísimo, Conway se sintió casi completamente tranquilo”.

Algunas voces sugieren la Pirámide Blanca pudiera ser en realidad el Monte Kailash, sitio localizado en el Tíbet, una de las cimas más sagradas de toda Asia, y siendo también un antiguo ombligo del mundo. Y recuerdo al lector sobre este tema hablamos muchas veces. Curiosamente, Kailash, según revelan textos legendarios, significa nada menos que cristal, debido quizás a su inmensa blancura. Tampoco se debe descartar y atención con este punto, a otro sitio también considerado muy reverenciado en la tradición china, las montañas de Kunlun, donde según rumores habitan los legendarios inmortales. Revisando los antiguos textos taoístas descubrimos en la cima de Kunlun, se asienta un trono de jade custodiado por ríos de oro, tal la leyenda.

En 1902 el norteamericano Francis H. Nichols, publicó Through Hidden Shensi donde incluyó un retrato de la gran Pirámide de Xian, siendo quizás la primera fotografía conocida. Cortesía: PURSUIT.

Fred Meyer Schroder. Secretos ocultos de las pirámides chinas

“La pregunta persistente entre muchos investigadores es: ¿Qué edad tienen estas pirámides y quién las construyó? Sabemos que varios emperadores chinos u otros los utilizaron como mausoleos desde aproximadamente el siglo III a. C. en adelante, pero las tradiciones orales y los registros de los monasterios de las regiones donde se encuentran parecen indicar que los grandes edificios son miles de años más antiguos que los dignatarios enterrados dentro de ellos”. Las Pirámides Chinas en Xian, Shaanxi.

En la búsqueda de antecedentes sobre las pirámides chinas y sus primeros informantes, el nombre de Fred Meyer Schroder aparece etiquetado como un testigo válido. Su historia se conoció en 1978 cuando el escritor norteamericano Robert Easton publicara, Guns, Gold, and Caravans: The Extraordinary Life and Times of Fred Meyer Schroder, continuado en 1982 por, China Caravans: An American Adventurer in Old China.

Estas dos biografías recogen la vida de Fred Meyer Schroder, quién es presentado como un temprano ganadero criado en California durante 1880, y más tarde buscador de oro. Para 1912 Schroder ya se encuentra convertido en un comerciante todo terreno, que trasladado al oriente asiático comienza a operar caravanas, trabajando no solo en la capital de Mongolia, por entonces Urga, (actual Ulán Bator), sino también en el interior de China. El comercio de Schroder se nutre de la venta de cigarrillos, velas y especialmente armas ilegales que son traficadas a los rebeldes mongoles, en su lucha contra el ejército invasor chino. Junto a Schroder se encontraba Oscar Maman, quién además de socio, lo acompañaría en muchas de sus aventuras.

En 1978 el escritor Robert Easton, publicó una biografía narrando la vida de Fred Meyer Schroder, presentando sus increíbles experiencias en Oriente, y donde le fuera revelado intrigante información sobre la historia de las pirámides chinas. Cortesía: iberlibro.com

La osadía de Schroder en cuanto a sus simpatías mongolas, lo llevarían a ser reclutado como mensajero espía. Fue así como Schroder acompañado por un monje budista llamado Bogdo, se embarcó en una misión cuyo objetivo era entregar un recado al gran Tashi Lama del Monasterio Budista de Kumbum, localizado en Xining, capital de la provincia de Qinghai, noroeste de China. Conocido como el Dios Rojo, el Tashi Lama era considerado después del Dalai Lama, como uno de los santos más reverenciados, pidiéndole incitar la unión de todas las tribus mongolas.

Una antigua fotografía del fabuloso Monasterio de Kumbum, segundo más importante después de Lhasa, y donde en 1912 Fred Meyer Schroder fue iniciado en algunos de sus secretos ocultos. Cortesía: Bundesarchiv Bild, Tibetexpedition, Großer Chörten in Gyantse.

Mientras transitaba la ruta hacia el Monasterio de Kumbum, el monje Bogdo sorprendió a Schroder con un anuncio, declarando pronto avistarían una serie de pirámides calculadas en número de siete, cercanas a la carretera de Shaanxi.

Schroder quedó pensativo, y volvió a interpelar a Bogdo sobre si esas estructuras escondían en realidad antiguos túmulos funerarios. Pero el monje adoptó una postura firme para su respuesta, remarcando:

“No son túmulos funerarios. Estas son montañas tan altas como el cielo. Estos no son túmulos ordinarios, aunque emperadores y emperatrices pueden estar enterrados en ellos.”

Retrato de una antigua edificación escalonada en China denominada Pirámide Mariscal, localizada en Xian. Cortesía: The Biggest Study.

Más tarde en su diario personal Fred Meyer Schroder narraría:

“Después de varios días de conducción agotadora, de repente notamos algo imponente en el horizonte. A primera vista, parecía una montaña, pero a medida que nos acercábamos, vimos que era una estructura con cuatro bordes correctamente biselados y una parte superior plana. Nos acercamos a ellos desde el este y vimos que había tres gigantes en el grupo del norte, y el resto de las pirámides fueron reduciéndose en tamaño sucesivamente hasta la más pequeña en el sur. Se extendían seis u ocho millas a través de la llanura, elevándose sobre las tierras cultivadas y los pueblos. Estaban bajo las narices de la gente y permanecieron completamente desconocidos para el mundo occidental. La Gran Pirámide tenía unos mil pies de altura (unos 300 metros, es decir, casi el doble de alta que la pirámide de Keops) y casi mil quinientos pies en la base (unos 500 metros, es decir, el doble de grande que la pirámide de Keops). Los cuatro lados de la pirámide china estaban estrictamente orientados a los puntos cardinales. Cada cara de la pirámide era de un color diferente: negro significaba norte, verde-azul este, rojo sur y blanco oeste. La cima plana de la pirámide estaba cubierta con tierra amarilla. Una vez en las caras de la pirámide había escalones que conducían a la cima, pero ahora estaban llenos de fragmentos de piedras que se desmoronaban desde arriba. Debajo había escalones de piedra salvaje labrada toscamente (cada piedra de unos tres pies cuadrados). La pirámide en sí, como la mayoría de los edificios en China, era de adobe. Enormes canales del tamaño de cañones de montaña se extendían a lo largo de sus paredes. Ellos también estaban cubiertos de piedras. Los árboles y arbustos crecían en las laderas, suavizando los contornos de la pirámide y dándole una semejanza con un objeto natural. Esta vista majestuosa me dejó sin aliento. Viajamos alrededor de las pirámides buscando una entrada, pero no encontramos nada”.

Entre 1909 y 1912, el etnólogo y arqueólogo francés Víctor Segalen, realizó una importante expedición por China, información luego volcada en su libro Mission archéologique, en Chine 1923-1924, acompañada la edición por un gran archivo fotográfico. En esta toma, se observa un retrato de la Pirámide de Xian. Cortesía: gallica.bnf.fr

Pasada esta experiencia, ambos viajeros arribaron al Monasterio de Kumbum. Allí Schroder tomó contactó con el Tashi Lama, quién se mostró atento y solícito con el norteamericano. Intrigado ante la reciente observación, Schroder quiso conocer más acerca del enigmático complejo piramidal.

Según le revelara el propio Tashi Lama, fuentes no oficiales mostraban aquellas pirámides remontaban su edad hasta los cinco mil años. Luego Schroder requirió informes sobre los constructores, recibiendo como respuesta, aquello era la obra de hombres muy, pero, muy antiguos. Como una forma de seguir instruyendo a Schroder, el Tashi Lamas lo invitó a ver la biblioteca de Kumbum, sede de uno de las acerbos más importantes en cuanto a registros conservados.

Retomamos el diario de Schroder:

“El Tashi Lama se acercó a uno de los estantes y tomó un gran volumen. Estaba encuadernado en cuero, atado con tendones y parecía muy viejo. Al abrirlo, pasó algunas páginas, diciendo que eran de esas que registraban la existencia de las pirámides y otros monumentos antiguos”.

Además de libros, el Tashi Lama mostró a Schroder discos de arcillas grabados con escritura en forma de columna, donde según se le confió, en su traducción se señalaba el contacto con un antiguo pueblo, quiénes habrían habitado tierras más allá de las grandes aguas. Otra curiosidad mencionada por Fred Meyer Schroder en sus memorias, es que en el Monasterio de Kumbum existía una sala de meditación especial, donde los monjes en trance relataban sus visiones astrales.

En 1909, tres años antes de los acontecimientos protagonizados por Schroder en 1912, el etnólogo y arqueólogo francés Víctor Segalen, llevó a delante una recordada expedición por tierras chinas, trabajo más tarde plasmado en su obra póstuma, Mission archéologique, en Chine, 1923-1924, documentado con fotografías de las impresionantes edificaciones piramidales reclamadas por Schroder, presentadas como túmulos funerarios.

Pero existe otra fuente poco citada, como hace notar el sitio The Biggest Study en su artículo de 2013, Pot Pourri Pyramids Monks and Reality, refiriendo el libro del norteamericano Francis H. Nichols, Through Hidden Shensi, 1902. Y es importante esta llamada porque en el examen de la obra de Nichols, se encuentra quizás la primera fotografía conocida de la pirámide de Shaanxi. Se debe agregar además que este dato fue informado por la revista PURSUIT, el 24 de octubre de 1973, vol.6, nº4.

El Misterioso Valle del Bambú Negro. ¿Vórtice mortal?

Cuando mencionamos la historia de James Gaussman, dijimos existen nulas evidencias en cuanto a refrendar el caso de la Pirámide Blanca, debido especialmente a la ausencia documental sobre su principal protagonista. No obstante, un punto merece atención. Si el lector viene siguiendo a esta autora, entenderá que los testimonios brindados por Maurice Sheehan así como el de Gaussman, difieren en cuanto a localización.

Y vuelvo a remarcar esta cuestión porque en las informaciones que circulan sobre el tema, estas dos localizaciones geográficas aparecen mezcladas. Dicho esto, quiero recordar que Gaussman no habla de Shaanxi, sino que alude a un supuesto valle maldito localizado en las cercanías de la provincia china de Sichuan, conocido como el del Bambú Negro o también Heizhu. Aportemos Sichuan también es famoso por su colonia de pandas. Lo cierto que Sichuan viene siendo reseñado por una serie de eventos de tenor paranormal, que incluyen la desaparición de personas, aviones, y hasta animales, en casos reportados desde 1949.

El Valle del Bamboo, es considerado uno de los sitios más peligrosos de toda China, también conocido como el Valle de la Muerte. Allí James Gaussman tuvo su visión de la Pirámide Blanca. Cortesía: hi-leshan.com

Entre los fenómenos mencionados, se habla de una extraña niebla blanca que suele estar acompañada por sonidos atronadores rodeando el lugar, así como de alteraciones temporales, y producción de efectos electromagnéticos. Otra cuestión, y no menos curiosa, infiere el Valle de Heizhu forma parte del llamado Paralelo 30, que entre otras latitudes cruzaría el Triángulo de las Bermudas, la Zona del Silencio, y las Pirámides de Egipto. ¿Será quizás el esquivo James Gussman sufrió algún tipo de alucinación en su vuelo por el Valle de Heizhu? Nunca lo sabremos. Hasta Aquí.

Conclusión

Al realizar esta investigación tuve como objetivo establecer el origen de las fuentes que dieron vida a esta información. Creo haber cumplido con la meta, y marcado un orden ante tanta alteración.

Más allá de esta cuestión, el enigma de las pirámides chinas aún está en ciernes, debido al férreo control gubernamental en el asunto, teniendo en cuenta China se presenta como un país muy celoso en cuanto a develaciones arqueológicas, y revisionismo de su pasado. Y una pregunta sobrevuela este informe.

¿Se trata de túmulos funerarios, o pirámides encubiertas como muchos apuestan? Y de ser así ¿quiénes fueron sus reales constructores, y con que propósito? He aquí el misterio. Continuará.

Bibliografía

Artículos:

  • Segalen, Víctor. Tumba de Che-houang-ti. En: Asian Journal, serie 11, volumen 7, 1916 (págs. 449 – 455).
  • The Chinese Pyramid. En: Pursuit. The Journal of The Society For The Investigation of the Unexplained. Vol. 6, Nº.4, Oct, 1973.
  • Tiede, Vance. Lunar and Solar Alignments of Ancient Chinese Pyramids. En: Bulletin of the American Astronomical Society, Vol. 11, p.66, 115th AAS Meeting, Dec 1979.
  • Tiede, Vance. Orientation of Ancient Chinese Pyramids. En: Archaeoastronomy Bulletin, vol. I, 3:7-8 , May 1978.

Libros:

  • Cathie, Bruce. (1989). The Bridge to Infinity. Nueva Zelandia: Amer West Pub & Dis.
  • Crowley, Brian; Hurtak, James. (1986). The Face of Mars. The Evidence of a Lost Martian Civilization. South Melbourne: Sun Books.
  • Easton, Robert. Guns, Gold, and Caravan: The extraordinary life and times of Fred Meyer Schroder. (1978). Santa Bárbara: Capra Press.
  • Fuchs, Walter. (1980). Las Huellas de los Dioses. Barcelona: A.T.E.
  • Hain, Walter. (2011). Pyramiden in China.
  • Hausdorf, Hartwig. (1994). Die weiße Pyramide. Außerirdische Spuren in Ostasien.
  • Kircher, Atanasius. (1667). China Monumentis Illustrata. Múnich: Langen-Müller.
  • Hilton, James. (1992). Horizontes Perdidos. Barcelona: Plaza & Janés.
  • Krassa, Peter. (1984). Und kamen auf feurigen Drachen. China und das Geheimnis der Gelben Götte. Berlín: Kremayr & Scheriau.
  • Nicholson, Francis H. (1902). Through Hidden Shensi. New York: C. Scribner’s son.
  • Olney Easton, Robert. (1978). Guns, Gold, and Caravans: The Extraordinary Life and Times of Fred Meyer Schroder. USA: Capra Press.
  • Zirger, Michel (2022). Man of Mysteries. The Tree Lives of George Hunt Williamson.

Sitios web:

  • Celticnz
    Las Pirámides Chinas en Xi’an, Shaanxl.
    ‘https://www.celticnz.co.nz/ChinesePyramids/Chinese%20Pyramids%201.htm
  • Eye of the Pschic
    Coppens, Philip. Controversia de las grandes pirámides de China.
    ‘https://www.eyeofthepsychic.com/china_pyr/
  • El Diario
    Jáuregui Ezquibela, Íñigo. Las Montañas de los Inmortales.
    ‘https://www.eldiario.es/campobase/opinion/blog/la-cara-oculta-de-las-montanas/montanas-inmortales-kunlun-asia_1_7908468.html
  • Interessantes
    Pirámides en el Reino Medio.
    ‘http://www.interessantes.at/pyramiden-china/pyramiden-china.htm
  • Infobae
    Batalla, Juan. El Misterioso Valle de las Pirámides Prohibidas en China.
    ‘https://www.infobae.com/tendencias/2017/11/04/el-misterioso-valle-de-las-piramides-prohibidas-en-china/
  • Jason Colovito
    Segalen, Víctor. Las Pirámides Chinas.
    ‘https://www.jasoncolavito.com/chinese-pyramids.html
  • Message to Eagle
    McKanzie, Cyntia. Misterioso Valle del Bambú Negro – Eventos extraños e inexplicables en el Valle de Heizhu – Las Bermudas de China.
    ‘https://www.messagetoeagle.com/mysterious-black-bamboo-valley-strange-unexplained-events-heizhu-valley-chinas-bermuda/
  • Saeti
    Hain, Walter. Pyramids in China. Nuevas evidencias 2009 ¡La “Pirámide Blanca” descubierta! ¡Es el mausoleo de Maoling!
    ‘https://www.saeti.org/Pyramids_in_China.htm
  • Sin Resolver
    Misteriosas Pirámides Chinas.
    ‘https://www.sinresolver.com/2021/05/misteriosas-piramides-chinas.html
  • The Big Study
    The Professor. POT-POURRI: Pyramids, Monks, and Reality Chunks.
    ‘https://thebiggeststudy.blogspot.com/2013/05/pot-pourri-pyramids-monks-and-reality.html?m=1

Un artículo escrito por: Débora Goldstern, colaboradora de CodigoOculto.com

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