El 7 de mayo de 1902 un hombre en estado ebrio fue encarcelado en una localidad de 30.000 habitantes de Martinica. Aquel arresto fue lo más afortunado que pudo pasarle en su vida, ya que al día siguiente aquel hombre fue el único superviviente del ‘día del Juicio Final’ que sacudió la isla.
Nacido en 1875 en Martinica, Ludger Sylbaris era un criminal aficionado a la bebida. El 7 de mayo de 1902 fue arrestado y encarcelado, presuntamente por empezar una pelea. Aunque seguro que maldijo su mala suerte, entonces no sabía qué oscuro destino le aguardaba en las próximas horas a su ciudad de Saint-Pierre, recuerda Atlas Obscura.
A la mañana siguiente, un ‘apocalipsis’ sacudió Martinica. El volcán Monte Pelée entró en erupción y arrasó completamente la región, segando la vida de todos los habitantes de Saint-Pierre, unas 30.000 personas.
Ludger no pudo ser más afortunado, ya que la policía lo había colocado en una celda aislada, muy pequeña y parcialmente subterránea, sin ventanas, con una rendija muy estrecha entre el suelo y la puerta.
El hombre fue encontrado cuatro días después de la erupción por un equipo de rescate. Pese a encontrarse en el lugar más seguro de la isla, Sylbaris sufrió terribles quemaduras. El hombre intentó frenar con su ropa el calor que venía de la rendija, aunque la celda siguió calentándose y quemando su piel.
Más tarde, Sylbaris fue contratado por el circo estadounidense Barnum & Bailey, con el que viajó por todo el mundo como «el hombre que sobrevivió al día del Juicio Final».