El Estado Islámico es «una nueva arma de destrucción masiva» creada por EE.UU., que se ha salido fuera de control y amenaza con una guerra de civilizaciones, considera el analista Alexánder Zapolskis.
«Al apostar por fuerzas y grupos cada vez más incivilizados, los estadounidenses finalmente crearon un arma de destrucción masiva que lleva dos años expandiéndose por Oriente Próximo. Su nombre es Estado Islámico», opina el experto en un artículo publicado en el portal Regnum.
«La historia de la aparición de los extremistas del Estado Islámico, de hecho, evoca las escenas de las películas sobre el desarrollo de las armas de destrucción masiva«, donde el experimento se sale fuera de control y amenaza con consecuencias peligrosas, sostiene Zapolskis. «En nuestro caso, a nivel de la geopolítica, el campo de pruebas es el Oriente Próximo», agrega.
En opinión del analista, para encontrar a los responsables de un problema siempre «hay que buscar a los potenciales beneficiados». En ese sentido, si miramos a los indicadores económicos, está claro que el principal socio comercial de la región es la Unión Europea, y los ingresos que obtiene Bruselas de esta relación «le permite seguir jugando un papel geopolítico independiente en el mundo».
Basándose en ese papel, la UE «aún se niega a firmar el Acuerdo Transatlántico con EE.UU.», sostiene el experto explicando que la desestabilización de la región, «en primer lugar, debilitaría la economía europea y haría que Europa fuera más obediente».
Asimismo, hay que tener en cuenta que Oriente Próximo se enfrenta a otros problemas, ya que todavía «está en el proceso de formación nacional y estatal». Europa ha pasado por este camino hace ya varios siglos y sabe que siempre va acompañado de guerras. A las disputas territoriales hay que añadir las diferencias étnicas, religiosas y culturales, y el hecho de que «el mundo árabe no considera la democracia como un bien absoluto y la mejor forma de organización social», dice el columnista.
La magnitud del problema creado por EE.UU. aún se está por averiguar, pero ya está claro que el factor determinante aquí es «el choque de civilizaciones»: la occidental moderna y la medieval árabe, explica Zapolskis.
A su juicio, se trata de una «confrontación, cuyas reglas después de quinientos años ya hemos olvidado».
«Creemos que tener superioridad tecnológica en aviones, cohetes y satélites de reconocimiento en órbita nos garantiza superioridad, pero no es así. Estamos en guerra contra el EI desde hace dos años, pero durante este tiempo el número de sus unidades no sólo no se ha reducido, sino que ha aumentado muchas veces«, señala el experto.
«Si no logramos aplastar a los combatientes del Estado Islámico ahora, en primer lugar, con las fuerzas de los Estados árabes, sobre todo Egipto, la guerra contra el EI se expandirá al territorio de Europa Central, Asia Central e incluso a las regiones del sur de Rusia. Y será una guerra donde tendremos que seguir sus reglas», asevera el autor del artículo.