Fiesta de Compadres y Comadres en Jauja: ¿por qué se llama así, cuándo y cómo se celebra?
Hay un festival que rivaliza con el carnaval en los Andes peruanos en júbilo. Esta es la fiesta de los Jueves de Compadres y Comadres, llena de desfiles de disfraces llenos de bailes, música, vestimentas coloridas, rituales religiosos y comidas y bebidas que fortalecen los lazos familiares y sociales que identifican a los pueblos.
Esta fiesta se celebra los dos jueves anteriores al inicio del carnaval. Primero se celebra el Jueves de Compadres y la semana siguiente el Jueves de Comadres. Aunque comparten la celebración y participación de toda la congregación, ambas imágenes tradicionales comparten rasgos distintivos que marcan la arraigada tradición de sus celebrantes.
El motivo de la veneración solemne de los compadres y comadres radica en el reconocimiento social de quienes son llamados padrinos y madrinas en las relaciones familiares, es decir, «padres y madres espirituales» a quienes se les encomienda la ayuda en la crianza de los hijos que sus ahijados o «hijos espirituales» son cuando los padres están ausentes o enfrentan serias dificultades.
La presencia de los padrinos en la vida familiar se fortalece en ocasiones importantes como bautizos, bodas, graduaciones y cortes de cabello para ahijados. Por ello, se eligen como padrinos a los amigos y familiares más cercanos, quienes tienen un lugar importante en la familia.
De esta manera, entre los pueblos andinos del Perú se consolidan lazos familiares, de amistad y sociales, que se expresan de manera festiva en una de las fiestas tradicionales y culturales de mayor arraigo: el Carnaval.
Así se celebra en Junín
En esta región central del Perú, la celebración se lleva a cabo en el distrito de Paca, en la provincia de Jauja, donde los compadres y comadres se dedican regalos, causando gran revuelo entre la población.
Ataviados con coloridos trajes, los participantes realizan danzas típicas del Valle del Mantaro al son de las bandas de música que interpretan melodías humorísticas y rinden homenaje al parentesco común. En esta fiesta se preparan y reparten a todos los participantes platos típicos como la pachamanca, el sancocho y el mondongo.
La vestimenta utilizada por los participantes reúne diferentes elementos de identidad local. El traje femenino consiste en un sombrero blanco de paja fina con copa y ala mediana; un corpiño de seda, raso, organza o encaje que se ajusta al cuerpo y está completamente bordado con gemas, lentejuelas, perlas y cuentas; una lliclla o cobertor de terciopelo, vistoso y lustroso, con una liga de un color liso o pintada con motivos florales, sujeta con un broche de filigrana de oro o plata; una falda o midi, falda que cubre el tobillo, con varios pliegues y fruncida en la cintura, debajo de la cual se llevan dos o tres exquisitos fustanes de hilo blanco tejidos a mano. Finalmente, la mujer lleva un pañuelo de seda blanco bordado o estampado con flores.
La vestimenta de la mujer Jaujina es una combinación de tres colores tradicionales: azul marino, rosa y blanco. La mujer usa aretes de oro y plata y usa tacones altos.
El traje del hombre jaujino, en cambio, en el caso del barrio de Huarancayo, se compone de traje oscuro, sombrero de paja toquilla de ala corta y poncho de lana de vicuña de color blanco o marrón. Al cuello lleva un pañuelo de seda o raso blanco sostenido por un anillo de oro que enfatiza su elegancia, prenda con una rosa bordada o repujada que representa a la mujer Jaujina.
El dinamismo del baile está marcado por la formación de parejas que recorren la ciudad al ritmo de la banda de música en un grupo conocido como la cuadrilla Jaujina. En consulta con amigos y familiares, el padrino monta dos o tres estaciones en las que lo invitan a una cerveza. Una de estas paradas es siempre la plaza principal.
Durante estas conversaciones, varios participantes encuentran pareja de baile. La banda está encabezada por los padrinos, que se distinguen por una banda ancha que lleva la madrina. El otro momento central del baile es el cortamonte, caracterizado por tres momentos: la muliza con un ritmo alegre y elegante, el carnaval con un ritmo tortuoso y el huayno con pasos más cortos y un ritmo más alegre. aunque a veces sentimental
En cuanto a la música, además del espacio que ocupa la orquesta típica, participa una banda compuesta por hasta una treintena de músicos que tocan instrumentos de viento (tuba, cornetas) y percusión (bombo y caja).
Si bien la orquesta toca un repertorio tradicional mestizo, la banda es más abierta y socialmente autorizada para tocar otros géneros como la música criolla y la canción popular. Ambos grupos instrumentales interactúan durante la fiesta, pero cumplen funciones distintas.
Los músicos son en su mayoría egresados de la Escuela de Música Acolla. Tocan los dos días de la fiesta y constantemente renuevan su repertorio musical, que incluye mulas, carnavales y huaynos. Algunas de estas melodías son tradicionales, y cada año se añaden nuevas canciones, compuestas por los propios músicos o arreglos de melodías más clásicas.
visitas 14