Como parte de las celebraciones por Fiestas Patrias, el distrito de Coyllurqui, en la provincia apurimeña de Cotabambas, se convierte en el epicentro de una de las festividades más tradicionales, emblemáticas, pero también controversiales de los Andes peruanos: el Yawar Fiesta.
Fiesta de sangre
La palabra quechua Yawar significa “sangre” en castellano, por lo que esta festividad se traduce como “Fiesta de sangre” y en su celebración confluyen la tradición cultural indígena y española representados por un enfrentamiento entre el cóndor, el ave venerada en la cosmovisión andina desde tiempos ancestrales, y el toro traído por los conquistadores españoles para la crianza ganadera y que cumple un rol importante en el desarrollo agropecuario.
Desde tiempos ancestrales, el cóndor ha sido un animal importante en la mitología y las tradiciones del mundo andino, por lo que se le encuentra representado en culturas como Chavín, Paracas, Nasca, Wari, Tiahuanaco, entre otras. Los incas consideraban al cóndor inmortal y por ello representaba al Hanan paccha, la tierra de arriba, del cielo y del futuro.
Resistencia y reivindicación
Esta lucha, en la que el cóndor es sujetado por sus patas con una cuerda sobre el lomo del toro, de quien trata de soltarse, evoca elementos de resistencia, reivindicación y encuentro entre las culturas indígena y española durante la conquista y el virreinato. Y después de la independencia y durante la República en el conflicto entre los comuneros y los hacendados o gamonales que los explotaban laboralmente y que censuraban sus fiestas costumbristas, tal como se aprecia en la célebre novela Yawar Fiesta publicada en 1941 por el renombrado escritor apurimeño indigenista José María Arguedas.
Cuna del Yawar Fiesta
Con una población que supera los 6,600 habitantes, Coyllurqui es reconocido como la “Cuna del Yawar Fiesta”, dado que allí se celebra esta arraigada festividad desde mucho tiempo antes de su creación como distrito, en 1942.
La festividad del Yawar Fiesta se desarrolla como parte de un programa celebratorio que incluye corridas de toros, pelea de gallos a navaja y presentaciones artísticas y de bandas que entonan principalmente huainos y también
otros géneros musicales.
La plaza de toros de Coyllurqui se convierte entonces en el epicentro del Yawar Fiesta en Apurímac y otras regiones del sur peruano, congregando a miles de participantes entre pobladores del distrito y visitantes procedentes de diversas localidades, así como turistas nacionales y extranjeros.
Controversia y solución
La controversia ha acompañado a la celebración del Yawar Fiesta desde sus albores debido al trato que se le da al cóndor y al toro, especialmente al primero, por la forma en que se le captura a esta enorme ave, su cautiverio temporal hasta su enfrentamiento con el toro, al que ataca a picotazos y araña con sus afiladas garras mientras trata de liberarse de sus ataduras.
Según la tradición, el cóndor capturado en las montañas de Coyllurqui es llevado a la zona de Cruz Pata, donde se desarrolla un ritual en el que se rinde homenaje al ave rapaz cuyo majestuoso vuelo sobre las altas cumbres andinas constituye un espectáculo único. En el ritual, el cóndor capturado es envuelto en un poncho de color rojo y a continuación es entregado al “alferado mayor” o gestor mayor de la festividad.
En el caso del toro, se selecciona al más grande y robusto para que resista el ataque del cóndor. Su enorme tamaño y peso, que puede superar la media tonelada, así como sus afilados cuernos, sumados a su desesperado intento por zafarse del cóndor, pueden lastimar al ave hasta el extremo que quitarle la vida.
El cóndor es una especie categorizada como en peligro de extinción. A escala internacional está protegido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) y por la Convención para la Conservación de Especies Migratorias (CMS), de las cuales Perú forma parte.
Tras convencerse de la importancia de preservar la integridad de ambos animales, la comunidad y las autoridades de Coyllurqui adoptó desde hace varios años la decisión de implementar medidas para protegerlos y adaptar la festividad a las normas vigentes sobre conservación de la fauna y flora.
En la actualidad, el Yawar Fiesta rinde homenaje a las tradiciones culturales, sin comprometer la integridad de los cóndores y toros. Por ello, la celebración involucra la exhibición de danzas, música y coloridos pasacalles en los que los participantes visten trajes típicos. De esta manera se sostiene vivo el legado cultural y se transmite sus valores a las generaciones presentes y futuras.
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